Guipúzcoa es una provincia que destaca por numerosas cuestiones: sus bellos pueblos, sus playas, su gastronomía, etc. Ahora bien, ¿qué hay de sus fortificaciones? Puede que a algunos les sorprenda, pero la variedad de castillos y fortificaciones que hay en Guipúzcoa es realmente interesante. Es más, ¡hoy os vamos a hablar de ellos!
A diferencia de otros territorios del interior de la península, los castillos en la provincia guipuzcoana no han sido las construcciones defensivas más utilizadas en esta provincia vasca durante la Edad Media. Históricamente, las torres fortificadas eran mucho más útiles, en su labor de vigilancia y defensa.
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Sin embargo, Guipúzcoa sí es un ejemplo en cuanto a construcciones militares mucho más recientes. Así lo demuestran los fuertes construidos a finales del siglo XIX, dentro del Campo Atrincherado de Oyarzun, para protegerse de posibles invasiones francesas. Fortificaciones que ya estaban diseñadas para hacer frente a ataques de artillería.
Si deseas descubrir estos y otros lugares, lo mejor es que pases unos días en uno de los increíbles alojamientos rurales que hay en Guipúzcoa, ¡te maravillarán!
8 Fortificaciones que visitar en Guipúzcoa
En total, aquí os vamos a hablar de 8 castillos, torres fortificadas y fuertes que hay en Guipúzcoa. Seguro que algunas de estas construcciones ya las conocías, ¡pero otras os sorprenderán!
1. Castillo de Carlos V
La localidad de Hondarribia contiene un sinfín de monumentos y lugares que descubrir. Uno de estos lugares más significativos es el Castillo de Carlos V, uno de los castillos más importantes de la provincia de Guipúzcoa, sin lugar a dudas. Situado en lo alto, domina la Bahía de Txingudi, con unas impresionantes vistas de Hendaya.
La estructura primitiva de la fortaleza, de planta cuadrada existe desde principios del siglo XIII. Sin embargo, es en el reinado de Carlos V, en el siglo XVI, cuando se amplió el castillo, dotándole de la imagen y departamentos actuales, así como de los estilos gótico y renacentista de la fortaleza. La fachada es lisa y de dimensiones majestuosas, algo poco habitual en las fortificaciones del País Vasco.
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En esa expansión pasó a ser un castillo-palacio, donde la fortaleza ocupaba la zona occidental del complejo, destinado a tropas y caballería, mientras que la zona oriental era el lugar de residencia del general y familia real.
Durante los siguientes siglos, tuvo una gran relevancia histórica. Por ejemplo, fue donde se hospedó la familia real durante el casamiento de Luis XIV de Francia en la Isla de los Faisanes. Tras la Guerra de la Independencia, el castillo quedó dañado y en desuso, hasta que el edificio se incluyó dentro de la red de paradores nacionales, siendo perfectamente rehabilitado.
2. Fuerte de Guadalupe
En el Monte Jaizquíbel, dentro del término municipal de Hondarribia, existe un fuerte de grandes dimensiones. Se trata del Fuerte de Nuestra Señora de Gaudalupe, inaugurado en 1900 y que lideraba el Campo Atrincherado de Oyarzun.
Se trata de un fuerte poligonal con el objetivo de poder defender la artillería. Mas concretamente, se construyó un polígono de 8 lados, con un gran foso de 750 metros de longitud. Se dividía en tres sectores compuesto por baterías a barbeta y patios de artillería.
Ocupando una gran extensión de terreno, pronto dejó de tener utilidad militar por culpa de los progresos en aviación militar. El edificio quedó relegado principalmente a centro de instrucción hasta su desmantelamiento militar en la década de los 60.
De la misma forma, fue un centro de detención masiva en la década de los 30. Por un lado, con la Revolución de Asturias, en 1934 y, por el otro, como centro de retención por parte de milicianos republicanos al inicio de la Guerra Civil. Oculto por la hierba que cubre el tejado de sus instalaciones, hoy en día es un fuerte rehabilitado y que se puede visitar.
3. Torre Luzea de Zarautz
Como ya hemos comentado anteriormente, en el País Vasco, la mayoría de edificios de carácter defensivo y militar estaban constituidos por torres vigía o torres fortificadas. En este caso, el mejor exponente de la provincia de Guipúzcoa es la Torre Luzea, situada en pleno centro de Zarautz.
Esta magnífica torre fue levantada en el siglo XV en un claro estilo gótico, en la que destaca sobremanera la piedra de sillar utilizada en su construcción, con sus gruesos muros y sus ventanales germinados, así como el escudo de la familia de los Zarautz.
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Es una torre vigía de gran envergadura, constituida por tres plantas, que tenía la función de vigilar Zarautz de ataques costeros.
En el interior de la torre, se pueden encontrar grandes espacios y una sala de exposición de pinturas del siglo XVI.
4. Fuerte de San Marcos
Situado entre Rentería y San Sebastián, podemos encontrar otros de los fuertes de Oyarzun que mejor se conservan hoy en día. Hablamos del Fuerte de San Marcos, situado en lo alto del Monte Bizarain, un mirador increíble de la costa guipuzcoana.
Este fuerte se terminó de construir en el año 1888, siendo uno de los más importantes de los que se construyeron el la época. Este fuerte poligonal estaba dividido en dos sectores bien diferenciados: la obra baja y la obra alta.
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La obra baja disponía de una batería que apuntaba a Pasajes y Oyarzun. Mientras, en la obra alta se encontraba el patio de armas y cuartel.
El ejército dejó de utilizar las instalaciones en 1970. Actualmente, pertenece al Parque Natural de Lau Haizeta y se ha rehabilitado. Un lugar asombroso, cuyos tejados han quedado cubiertos por un manto verde y en el cual se realizan actualmente visitas guiadas.
5. Torre Zumeltzegi
La localidad guipuzcoana de Oñati tiene un gran patrimonio cultural e histórico. Así lo demuestran lugares como la Universidad Sancti Spiritus, la primera universidad vasca, del siglo XVI, o el Monasterio de Bidaurreta. Oñati, debido a las disputas banderizas entre familias poderosas de la zona, también ha tenido numerosas casas fortificadas.
Una de las más destacadas es la Torre Zumeltzegi, la cual fue construida en el siglo XIII. Fue la antigua residencia de los Condes de Oñati, desde finales del siglo XV. Se trata de un edificio claramente defensivo, donde sus paredes tienen un grosor cercano a los 2 metros.
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Construido en mampostería, es uno de los mejores ejemplos de casa fortificada de Guipúzcoa. En los siglos XVII y XIX, se amplió, sobre todo en última instancia, para uso agrario.
Hoy en día, el torreón ha sido adaptado como hotel-restaurante, con varias ampliaciones para el complejo hotelero.
6. Fuerte Txoritokieta
El Fuerte de Txoritokieta es otra de las fortificaciones construidas para el Campo Atrincherado de Oyarzun. En este caso, entre los municipios de Rentería y Astigarraga.
Se terminó de construir en el año 1890,cuyo papel residía en proteger la frontera con Francia, así como complementar y proteger a otra de las fortificaciones más importantes de la línea de defensa guipuzcoana, como era el Fuerte de San Marcos.
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Este fuerte poligonal de 9 lados dispone de 3 baterías a barbeta, con asentamientos para piezas de artillería. Cada batería estaba separada por diferentes estancias, como cuerpos de guardia, almacenes. En este aspecto, sobresalía el cuartel rehundido, de planta pentagonal.
En la década de los años 30, ya no tenía uso militar y en los 50 se puso a la venta. Fue abandonado y hoy está escondido entre la maleza.
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7. Torre de Igueldo
Uno de los puntos de interés de la ciudad de San Sebastián es el Monte Igueldo y su parque de atracciones, el cual cuenta con más de un siglo de vida. Por si fuera poco, es uno de los lugares donde se encuentra uno de los torreones más famosos de toda la provincia.
Hablamos del torreón de Igueldo, el cual sobresale sobre todo el conjunto de atracciones que se construyeron a su alrededor. Este monumento fue erigido en el siglo XVIII, sirviendo como línea defensiva de la costa guipuzcoana, sobre todo como punto estratégico en la Guerra de la Independencia.
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El Torreón de Igueldo también fue utilizado como faro. No en vano, en este mismo lugar había un faro en el siglo XVI. Cuando se construyó uno nuevo, a mediados del siglo XIX, este quedó en desuso.
Tremendamente dañado por las Guerras Carlistas, el torreón se rehabilitó con la construcción del parque de atracciones. En este caso, se agregó una nueva planta y hoy en día funciona como mirador.
8. Castillo de la Mota
En el Monte Urgull, en la ciudad de San Sebastián y entre la ría de Urumea y la Bahía de la Concha, se encuentra la principal fortaleza de San Sebastián. Nos estamos refiriendo al Castillo de la Mota, cuyo origen se remonta al siglo XII, en plena fundación de la localidad.
La fortaleza, encaramada sobre la roca del Monte Urgull, tiene una estructura robusta y simple, donde sobresale la torre del homenaje, rodeada de una muralla de planta cuadrada de cubos esquinados.
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A finales del siglo XV, esta fortaleza soporta un gran asedio por parte de tropas francesas y portuguesa, protegiendo a toda la población de San Sebastián. En el siglo XVIII, también tuvo un importante papel en defensa de la artillería inglesa, lo que da a entender la resistencia de la fortaleza.
En el siglo XX y tras la Guerra de la Independencia, la fortaleza que cayó en la ruina, demoliendo parte de la misma en favor de un parque. En la década de los 60, la muralla que parte desde el puerto y la fortaleza se rehabilitaron. Hoy en día, alberga un museo con la historia de San Sebastián.
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Como puedes ver, en Guipúzcoa puedes visitar algunos castillos, torres fortificadas y fuertes de gran belleza, los cuales han sido testigos de numerosas contiendas.