Zamora es una provincia que tiene un gran número de atractivos turísticos. El patrimonio cultural de la provincia se hace notar en numerosas localidades y por diversos monumentos. En el caso de hoy, nos queremos centrar en algunos de los castillos de Zamora que puedes visitar.
La provincia zamorana es desconocida por muchos. Sin embargo, durante una escapada de varios días podrás descubrir un sinfín de lugares realmente interesante, entre los que se encuentran sus fortificaciones.
Pedro Jorge Matos
Muchos de los castillos que se construyeron en Zamora fueron durante la época de la reconquista. Algunos de ellos fueron utilizados incluso en la Guerra de la Independencia.
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Castillos y Fortalezas que descubrir en Zamora
En el artículo de hoy os vamos a hablar de un total de 6 castillos en la provincia zamorana. Diferentes fortalezas que te dejarán sin palabras.
1. Castillo de los Condes de Benavente
Puebla de Sanabria es un pueblo realmente espectacular. Una localidad que llama la atención por la belleza de su famoso lago, al igual que algunos impactantes monumentos dentro de su conjunto histórico, como la Iglesia de Santa María de Azogue o el Palacio Consistorial. Como no podía ser de otra manera, el castillo de los Condes de Benavente es protagonista indiscutible de su impresionante catálogo monumental.
La fortaleza destaca sobremanera por sus dimensiones. Es de planta cuadrada, flanqueada por torres circulares. En la zona interior, se encuentra el patio de armas, junto con la majestuosa torre del homenaje, conocida como el Macho y que actualmente alberga el Centro de las Fortificaciones de Castilla Y León.
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Los orígenes del castillo de Puebla de Sanabria se deben a la llegada de la familia Pimentel, por entonces condes de Benavente, al conquistar la localidad a finales del siglo XV.
Tras las guerras de Portugal del siglo XVIII y la Guerra de la Independencia con Francia, a principios del siglo XIX, hacen que el castillo quedara prácticamente destruido. Es más, quedó en el más absoluto de los abandonos hasta que fue cedido al ayuntamiento a finales del siglo XIX. Tras ello, el proceso de restauración ha hecho que sea uno de los castillos mejor conservados e impactantes de Zamora, donde se encuentra ahora la oficina de turismo de Puebla de Sanabria.
2. Alcázar de Toro
Toro es una pequeña ciudad ampliamente conocida a nivel nacional gracias al mundo del vino. También lo es por su riqueza patrimonial, donde sobresale la maravillosa Colegiata de Santa María La Mayor, de estilo románico, así como su impresionante alcázar. Elevada sobre el río Duero, el alcázar fue en principio construido sobre una antigua acrópolis, en el siglo XII, tras el casamiento de Alfonso IX y doña Berenguela.
Sin embargo, la estructura y aspecto actuales se deben a otras ampliaciones y reconstrucciones, principalmente en el siglo XIII. De planta rectangular, sobre una muralla que ejerce de mirador actualmente, tiene una entrada en el centro de uno de sus lados, con torres circulares en esquinas y centro de los lados restantes de la fortificación.
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El alcázar fue lugar de numerosos acontecimientos históricos, como cuando el rey Pedro I el Cruel decidió asesinar a varios nobles que acompañaban a María de Portugal.
También fue el lugar de residencia de Juan II de Castilla o donde tuvo la importante batalla de Toro de la guerra de Sucesión Castellana. Fue prácticamente abandonado en el siglo XVI y utilizado como almacén de pólvora en el siglo XIX. Tras su rehabilitación, incluyendo la de su panóptico, el alcázar es lugar de exposiciones y oficina de turismo de Toro.
3. Torre del Caracol de Benavente
En Benavente también podemos encontrar uno de los castillos de Zamora más espectaculares. No en vano, la localidad zamorana cuenta con diversos edificios históricos de gran interés, como la Iglesia de Santa María del Azogue o el Palacio de Patilla. Ahora bien, todas las miradas se centran en la Torre del Caracol.
La fortaleza original fue construida en el siglo XII, tras la pertinente repoblación llevada a cabo por Fernando II. Posteriormente, fue con los condes de Benavente, en el siglo XVI, con los condes de Benavente, la famosa Torre del Caracol, la única parte que queda en pie del otrora castillo de la Mota de Benavente en la Guerra de la Independencia.
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La Torre del Caracol sobresale por su originalidad, siendo una de las mejores representaciones del estilo gótico y renacentista de la provincia zamorana.
Siendo ya propiedad del Gobierno Central, fue declarada Monumento Nacional y se reconstruyó. Posteriormente, se agregaron otras dependencias que, en su conjunto, formaron el que es hoy en día el Parador Nacional de Benavente.
4. Torre Fortificada de Alcañices
Alcañices es un pequeño pueblo que se encuentra en la frontera entre Portugal y Zamora. Una pequeña villa en la que se han firmado tratados históricos realmente importantes, como el que delimitó las fronteras entre Catilla y Portugal.
Hoy en día, de su recinto amurallado, quedan apenas unos restos de su recinto amurallado. Uno de estos cubos de mampostería es lo que hoy se conoce como la Torre del Reloj. La estructura fue construida entre los siglos XI y XIII, de marcado estilo románico.
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Se reconstruyó la torre, incluyendo un mecanismo en el siglo XIX, para dar lugar a la actual torre fortificada, siendo todo un emblema de la villa.
Otros de los monumentos más destacados de Alcañices son su iglesia románica, construida entre los siglos XII y XIII, así como el Monasterio del Marqués de Alcañices, del siglo XVI.
5. Castillo de Villalonso
Justo en la frontera entre Zamora y Valladolid está la localidad de Villalonso. En las afueras de este pueblo, sobre una llanura, emerge su castillo. Originalmente, en este lugar había un anterior fortaleza del siglo XIII y perteneciente a la Orden de Alcántara.
Sin embargo, en el siglo XV se reedificó y se siguieron las pautas de construcción típicos de los castillo-palacio de la escuela vallisoletana. Hablamos de un estilo robusto. Un castillo de planta cuadrada, con torres circulares cubriendo cada esquina, más una gran torre del homenaje de planta cuadrada en la entrada de la fortaleza. Sin lugar a dudas, uno de los castillos de Zamora más sensacionales.
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La construcción robusta de esta fortificación formaba parte de una línea defensiva impresionante, entre los que se encontraban el Castillo de Tiedra o el de Torrelobatón, entre otros.
Como anécdota, cabe recalcar que su aspecto espectacular y clásico fue motivo más que suficiente para que aquí se rodara la parte del asedio de la película de Robin y Marian, protagonizada por Sean Connery y Audrey Hepburn.
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6. Castillo de Zamora
La propia capital zamorana cuenta con una fortaleza de grandes dimensiones. No en vano, la ciudad fue uno de los elementos clave durante la Reconquista. El origen de este castillo es un poco difuso, puesto que se le asigna a una orden de Alfonso II de Asturias, mientras que los restos y estudios encontrados serían de mediados del siglo XI.
Hablamos, pues, de un castillo de estilo románico y uno de los mejores ejemplos de la provincia de edificios de esta época. Siendo flanqueado por un foso de gran profundidad, al cual se accede desde un puente levadizo, sobresale por su planta con forma de rombo, protegida por tres torres, una central del homenaje y otras dos en las esquinas del castillo.
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Buena parte de la configuración actual de la fortaleza se debe a la remodelación realizada durante el reinado de Felipe V.
El castillo de Zamora fue rehabilitado hace unos años, gracias a lo cual los visitantes pueden acceder a todas las estructuras de la fortaleza, incluidas sus almenas.
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Como puedes ver, la provincia de Zamora está repleta de fabulosos castillos que poder descubrir durante una escapada, ¿a qué esperas para conocerlos?
