La provincia de Guadalajara tiene numerosos atractivos para los amantes de la naturaleza. El patrimonio natural de la provincia es realmente rico y variado, de una gran belleza. Es lo que vamos a poder comprobar en este artículo, os vamos a hablar de 7 parques naturales y espacios protegidos de Guadalajara.
Si no conoces esta preciosa provincia, te vamos a dar muchas razones para conocerla. En este sentido, tanto la influencia del Sistema Ibérico, como el Sistema Central, sumado a que un 25% del territorio de la provincia constituyen masas forestales, hacen que podamos encontrar paisajes realmente interesantes.
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Espacios Naturales que visitar en Guadalajara
La mayoría de los espacios naturales de Guadalajara se encuentran en la zona norte, aunque en el sur también podrás encontrar territorios de una gran belleza. Desde el Parque Natural de la Sierra Norte al Parque Natural del Alto Tajo, puedes encontrar lugares ideales para poder recargar pilas.
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Sin más preámbulos, vamos a ver los 7 parques naturales y espacios protegidos que hemos seleccionado dentro de la provincia de Guadalajara.
1. Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara
Uno de los parques naturales más interesantes de Guadalajara se encuentra en el noroeste de la provincia: el parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara. Este gran territorio protegido abarca más de 125.000 hectáreas, englobando la sierra de Ayllón y de Pela. Un amplio territorio cuyo relieve es muy accidentado y que funciona como enlace entre el Sistema Central y el Sistema Ibérico. Cuenta con diversas montañas por encima de los 2.000 metros de altitud, como el Pico del Loco o la Peña Cebollera.
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El paisaje del Parque natural de la Sierra Norte de Guadalajara se entremezcla entre montañas, barrancos, junto con bosques de especies eurosiberianas, dehesas o hayedos. Dentro de la zona, sobresale por animales como el corzo, la musaraña ibérica o el gato montañés. En cuanto a los lugares a visitar, hablamos de un territorio tan amplio que comprende espacios protegidos menores de protección, destacando el Hayedo de Tejera Negra, la Reserva Natural del Macizo del Pico del Lobo-Cebollera o la Reserva Fluvial del Río Pelagallinas.
2. Parque Natural del Alto Tajo
Compartido entre el sudeste de la provincia y el nordeste de Cuenca, el Parque natural del Alto Tajo es una de las mayores referencias de la naturaleza en Guadalajara. Ubicada en pleno Sistema Ibérico, este espacio natural comprende el curso alto del Tajo y todo su entorno. El paisaje queda representado principalmente por un vasto sistema de hoces naturales y gargantas del propio Tajo, así como de algunos de sus afluentes. Una zona donde no solo los barrancos son los protagonistas, el Parque Natural del Alto Tajo tiene masas forestales de pinos sabinas y quejigos, páramos y lagunas, creando un amplio ecosistema de sierra realmente atractivo para el visitante.
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Entre los animales que conviven dentro de este parque natural están aves como el buitre leonado o diferentes tipos de águilas. De la misma manera, entre los peces que hay en sus ríos sobresale el barbo o la trucha, así como la bermejuela, mientras que los mamíferos de especial protección de la zona son el desmán de los Pirineos o la nutria europea. Dentro de la gran extensión que supone este parque natural guadalajareño, podemos destacar diferentes lugares como el Barranco de la Hoz, el Salto de Poveda o el Puente de San Pedro.
3. Parque Natural del Barranco del Río Dulce
Situado al norte de la provincia de Guadalajara, podemos destacar un espacio ideal para los amantes de la naturaleza. Hablamos del Parque Natural del Barranco del Río Dulce. En esta zona, la erosión del río sobre la roca caliza forma pliegues de lo más singulares, creando a su paso formaciones como cuevas, simas o torcas. Junto al río, el paseo fluvial queda conformado por una vegetación muy bien conservada, con árboles como álamo, fresno, sauce o chopo.
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Asimismo, este espacio protegido dispone de bosques conformados por encinares, quejigares y sabinares aislados. En lo que respecta a la fauna, sobresale la comunidad de aves rupícolas en el barranco, como el buitre leonado o el búho real. En los bosques, abundan aves como el vencejo real o el avión roquero. Tal y como hemos comentado, es todo un paraíso para amantes de la naturaleza. Un ejemplo de ellos es que dispone de diversas rutas, como la ruta de la Hoz de Pelegrina o la ruta de Aragosa-La Cabrera.
4. Reserva Natural de las Lagunas de Puebla de Beleña
La Reserva Natural de las Lagunas de Puebla de Beleña se encuentra próxima a la Sierra Norte, dentro de la Comarca de la Campiña Alta. Es un pequeño complejo lagunar que representa a la perfección los humedales existentes en Castilla-La Mancha. Conformado por dos lagunas estacionales, como son la Laguna Grande y la Laguna Chica, sus aguas dulces y profundas proceden de las propias lluvias.
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Su interés natural viene aparejado con ser una zona de paso de aves migratorias. Sobre todo en los meses de febrero y marzo, esta reserva natural es un punto de concentración de aves como las grullas. De la misma manera, las lagunas son lugar de paso de aves como la garza imperial, la cigüeña blanca o la cigüeña negra.
5. Monumento Natural de Sierra de Caldereros
Este pequeño espacio natural se sitúa entre las localidades de Molina de Aragón y Hambrados, en el noreste de Guadalajara. Estamos hablando de un espacio de gran singularidad geológica en la zona, debido a que se asienta en formaciones rocosas de carácter silíceo, cuando predominan las formaciones calcáreas del Sistema Ibérico.
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Esto hace que, entre otras cuestiones sea un lugar de gran interés por sus rebollares, así como los bosques de álamo, el acebo o los rodales de cervunal. Todo ello forma un hábitat ideal para rapaces rupícolas y forestales. Dentro de este paraje natural, sobresale una construcción. Hablamos del Castillo de Zafra, construido sobre una espectacular roca, desde donde poder divisar todo el entorno.
6. Monumento Natural Sierra de Pela y Laguna de Somolinos
En las estribaciones de la Sierra Norte de Guadalajara, al norte de la misma, aun podemos encontrar pequeños territorios de una gran riqueza natural. Aquí, destaca el Monumento Natural de la Sierra de Pela y Laguna de Somolinos. De reducidas dimensiones, este espacio se caracteriza por dos zonas perfectamente diferenciadas.
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Por un lado, encontramos la Sierra de Pela, la cual sirve como transición entre el Sistema Central e Ibérico, con una gran peculiaridad, debido al crecimiento de páramos con una altitud superior a los 1.500 metros y un escarpado rocoso muy bien moldeado por las lluvias. Por el otro, encontramos la Laguna de Somolinos, una laguna de montaña, alimentado por el nacimiento del río Bornova, lugar en el cual crecen plantas acuáticas y donde habitan aves como el zampullín chico, la garza real o la polla de agua.
7. Monumento Natural Tetas de Viana
Al suroeste del Parque Natural del Alto Tajo, el amante de la naturaleza puede visitar otro pequeño espacio protegido: el Monumento Natural de las Tetas de Viana. Situado en Viana de Mondéjar, es uno de los lugares de referencia de La Alcarria. Efectivamente, su nombre se debe a la forma de los cerros que la coronan y que parecen dos pechos.
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Su singularidad geológica y geomorfológica de ambos cerros es incuestionable, dominando todo el paisaje de La Alcarria, a más de 1.100 metros de altitud, y desde donde poder ver ligares como los valles del Tajo. Además de su singularidad paisajística, el Monumento Natural Tetas de Viana es conocido por albergar colonias de avión roquero y grajillas.
Como puedes ver, hay numerosos y extensos parques naturales en Guadalajara, así como pequeños espacios protegidos de gran belleza. No te lo pienses más y planifica tu viaje a la provincia, ¡te enamorará!
