Casas rurales en Lleida

En la provincia de Lleida, lo que más destaca, sin duda alguna, es la majestuosidad de los Pirineos. Pero antes, quisiéramos que conocieras el resto de rincones naturales con encanto que ofrece este territorio.

Al sur se ubican las Llanuras del Segriá y Utxesa, una zona de especial protección de aves integrada en un entorno pantanoso y de humedales anexos al río Segre que conforman un lugar de interés comunitario. También el Estanque d’Ivars y Vila-sana es un emplazamiento de gran interés natural así como el espacio protegido del Aiguabarreig Segre-Cinca, el lugar donde se encuentran las aguas de estos dos ríos antes de verterse en el Ebro.

Antes de llegar a los altos pirineos, la provincia de Lleida nos ofrece una serie de sierras, llenas de patrimonio y donde se produjeron diversos acontecimientos históricos que todavía hoy, se pueden ver reflejados en sus castillos, iglesias, monasterios y ermitas. Como en la sierra Llarga-Secans de la Noguera, que además incluye fabulosos pantanos ideales para la práctica de deporte al aire libre.

La Serra del Montsec es una, no muy alta, serranía prepirenaica de escarpadas paredes rocosas, cañones y barrancos. En la parte más occidental de la sierra se encuentra el Parque Astronómico de Montsec, un enclave científico-educativo que pone de manifiesto la inmensa calidad de los cielos –y de la naturaleza en general– que encierran estos parajes ilerdenses.

Conforme vamos subiendo en altura, nos encontramos con zonas protegidas que aumentan la espectacularidad de las vistas. Un buen ejemplo de estos paisajes es la sierra de Turp i Mora Condal-Valldaran, que se encuentra separada de la sierra d’Aubenç i Roc de Cogul por el pantano de Oliana y por un angosto cañón. Ambas sierras están recorridas por una extensa red de senderos que harán que pasear por sus recodos y pendientes sea una experiencia inolvidable.

Cerca de Andorra, Lleida comparte con Girona y Barcelona el maravilloso Parque Natural de Cadí-Moixeró, con sus centenarios bosques de abetos y pinos negros que se extienden a los pies de los emblemáticos picos de Pedraforca.

En la zona más alta del pirineo catalán, se ubica el Parque Natural de l’Alt Pirineu. Un amplísimo territorio protegido en el que perderse entre sus espectaculares cascadas, o realizar intensas jornadas de senderismo, ascendiendo a las praderas de altura para contemplar los icónicos lagos glaciares pirenaicos.

Pero sin duda alguna, el espacio natural más impactante y hermoso de toda la provincia de Lleida es el Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici.

Se trata del único Parque Nacional ubicado en Cataluña y se localiza en la parte central de los pirineos; allí donde sus cotas son las más altas de toda la cordillera. En el Parque existen cuatro picos que superan los 3.000 metros de altura y cinco más que, aunque no llegan a la altura de los anteriores, también pasan de los 2.800 metros.

La flora del Parque Nacional es la habitual de las zonas de alta montaña. Hasta los 1.500 metros nos encontramos con bosques de robles, fresnos y hayas que proporcionan al parque la clásica y bucólica estampa anaranjada de los meses otoñales. Desde los 1.500 a los 2.000 metros el paisaje lo dominan los bosques de pinos y abetos junto con arbustos de arándanos y enebros. A partir de los 2.000 metros, predominan las praderas de altura con sus hierbas y flores, hasta que la roca desnuda forma picos y cumbres como los espectaculares Picos Encantados

La fauna la componen, principalmente, aves y pequeños mamíferos. Entre las aves, destacan los buitres leonados, el águila real, el fascinante quebrantahuesos y los peculiares urogallos. Las ardillas rojas saltan de rama en rama de los bosques que también habitan armiños, marmotas y lirones. Como excepción a los pequeños mamíferos, no resulta difícil avistar gamos, corzos y jabalíes en los terrenos del Parque Nacional.

El parque cuenta con una extensísima red de senderos señalizados que parten de la planicie central y de refugios de alta montaña que facilitan la práctica de este deporte sea en la época del año que sea.

¿Tienes pensado ir al Pirineo de Lleida en invierno? ¿Te imaginas llegar a tu casa rural después de un largo día de esquí y prender esa maravillosa chimenea? ¡Pues es posible si decides reservar una casa rural con chimenea! También es posible que prefieras una casa rural con jacuzzi para acabar de –o empezar– la jornada de la mejor manera posible.

Si lo tuyo es el verano y el buen tiempo, no dejes de ver las casas rurales con piscina en la provincia de Lleida. ¿Qué sería para ti un perfecto día de verano? Es muy posible que se acerque bastante a pasar unos días en una casa rural con barbacoa y jardín como las que te ofrecemos aquí.

Sumérgete en la provincia de Lleida, elige cualquiera de sus espléndidas casas rurales y disfruta de tus vacaciones en un entorno natural maravilloso.

Si te alojas en alguna de las encantadoras casas rurales en la provincia de Lleida, probablemente debas pasar cerca de su capital. ¿Cuándo tendrás una mejor oportunidad para visitar esta coqueta y preciosa ciudad?

La ciudad de Lleida se ubica a orillas del río Segre en el llano del sur de la provincia. La ciudad fue fundada en el siglo VI a.C. por el pueblo íbero de ilergetes con el nombre de Iltiŕta.

Estos pobladores se aliaron con Aníbal Barca –El Cartaginés– en las guerras púnicas, en las cuales finalmente fueron derrotados por el Imperio Romano, dando paso a la romanización de la región. Así pues la urbe de Ilerda siguió los pasos y destinos de la Roma Imperial durante el transcurso de los siglos hasta la oscura época visigoda, de la que no se tienen datos relevantes sobre la vida en la ciudad.

Así pues, en medio de esta decadencia visigoda, en el año 716 d.C., la ciudad sucumbe al invasor musulmán, los cuales cambiaron su topónimo latino al árabe Larida.

Hasta el año 1149 la ciudad estuvo sumida en periodos que alternaban el esplendor de las artes y ciencias musulmanas del Medievo con otros de guerras e intrigas internas y saqueos procedentes de los pueblos carolingios de la actual Francia. En el año citado, la ciudad de rinde a las tropas del conde Ramón Berenguer IV y del Obispo de Urgel, pasando a formar parte del dominio del conde.

En el siglo XIII, la ciudad ya formaba parte de la Corona de Aragón y fue entonces cuando se construyó el monumento más reconocible de la ciudad. La Catedral de la Seu Vella de Lleida es una edificación del románico tardío que incluye elementos góticos en sus portadas y capiteles. Está construida sobre un cerro en el centro del municipio y contiene un magnífico claustro con importantes ejemplos escultóricos de la conocida Escuela de Lérida. Una corriente artística religiosa que se inició con la construcción de este templo.

Ya en el siglo XVIII, debido a la situación estratégica del cerro donde se levanta la catedral, ésta se convirtió en una fortaleza militar. Desde entonces ya no se ha vuelto a oficiar culto entre sus muros, trasladándose éste a la Seu Nova.

También del siglo XIII data el Palacio de la Paeria Era la residencia del “Paer en Cap", que significaba “hombre de paz" y era el nombre que tradicionalmente recibían los alcaldes de Lleida y Cervera. Hoy en día, este precioso edificio de estilo gótico catalán, continúa siendo el ayuntamiento de la ciudad.

La Catedral de la Seu Nova de Lleida, se edificó durante el siglo XVIII y combina los estilos barroco y neoclásico. Sus arcos, pilares y bóvedas hacen de este templo un magnífico ejemplo de la arquitectura religiosa de aquellos tiempos, creando un ambiente de religiosidad y misticismo que le imprimen ese carácter tan especial del que goza el templo.

Otro edificio religioso de importancia es la Iglesia de Sant Joan de Lleida. Un pequeño y hermoso templo neogótico de finales del siglo XIX con un impresionante rosetón central y una puerta que está directamente inspirada en las artes románicas ilerdenses de la baja edad media.

En los años 20 del siglo XX, se construyó la estación del ferrocarril, hoy conocida por el nombre de Estación Lleida-Pirineus, y es un edificio catalogado como Bien de Interés Local y con un estilo neoclásico que recuerda a la barcelonesa Estación de Francia y a los edificios modernistas del París de inicios del siglo pasado.

El siglo XXI ha traído a Lleida su último monumento arquitectónico relevante. Se trata de La Llotja de Lleida, un palacio de congresos y auditorio inaugurado en 2010 y que representa como ningún otro la esencia de las corrientes arquitectónicas contemporáneas.

Te recomendamos que visites Lleida si te encuentras alojado en una casa rural cercana; por todo esto y por mucho más. En Lleida podrás pasear por los tres kilómetros y medio del Eje Comercial, una de las calles comerciales más largas de Europa. También deberías hacer una visita al Parque de los Campos Elíseos y disfrutar con sus encantadores rincones y fuentes o acudir al Museo de la Automoción, un espacio municipal gratuito donde se repasa el patrimonio industrial y automovilístico de la ciudad de Lleida.

La provincia de Lleida ofrece un sinfín de pueblos con encanto que visitar, lamentablemente no podemos descubrirte todos ellos, pero te ofrecemos unas pinceladas de algunas de las localidades más encantadoras que podrás encontrar en su territorio.

Una gran elección sería, sin duda, reservar una casa rural en Solsona o una masía en Lladurs, para disfrutar de estas emblemáticas localidades del centro de Cataluña.

Solsona tiene una historia singular que se reproduce en sus monumentales edificaciones. La Catedral de Solsona se levanta sobre una primitiva iglesia datada en el año 977 y ha sido numerosas veces ampliada y reformada en base a todos los estilos arquitectónicos que se encuentran entre el milenio que ha transcurrido desde el primitivo templo del siglo X a los modernistas elementos del siglo XX.

La ciudad de Solsona también es famosa por su Recinto Amurallado, del cual quedan numerosos vestigios y puertas así como por su Palacio Episcopal, un edificio referente del neoclásico catalán que contiene el Mueso Diocesano y Comarcal de Solsona.

Si visitas Solsona en febrero, te encontrarás de bruces con la Fiesta de Interés Turístico del Carnaval de Solsona. Una tradición ancestral recuperada a finales del siglo XX y que se ha hecho famosa por “La colgada del burro" y el “reparto de Higos, Torta y Vino Blanco".

Otro pueblo con encanto es Coll de Nargó. Este pequeño municipo del Alto Urgel se ubica en la ribera del río Segre y en la cabecera del embalse de Oliana, en la “puerta" norte de la garganta que forman las sierras d’Aubenç i Roc de Cogul y la de Turp i Mora Condal-valldaran.

Si alquilas una casa rural en Coll de Nargó, podrás deleitarte con sus milenarias iglesias románicas y con su incomparable entorno natural. Espectaculares cuevas se encuentran por la zona y además, los bosques de los alrededores son un lugar perfecto para la recolección de setas silvestres en los meses otoñales. También, si te alojas en Coll de Nargó en el mes de Agosto, podrás contemplar el tradicional descenso de raiers; balsas hechas de troncos que se utilizaban con el propósito de transportarlos río abajo. También, desde una casa rural en Odén, podrás disfrutar de todas las bondades de estos valles y montañas.

Entre la sierra del Montsec y los Vessants de la Noguera Ribargorçana se asienta el pueblo de Ager. Alojarte en una casa rural en Ager te permitirá conocer de primera mano el rico patrimonio de esta comarca ilerdense. Espectaculares ermitas colgadas de los barrancos y riscos de la zona junto al incalculable valor natural de todo el entorno, harán de tus vacaciones den Ager una experiencia inolvidable.

A la entrada del Alto Pirineo no encontraremos con la localidad de Sort. El municipio –cuyo nombre en castellano significa: Suerte– es famosa, entre otras cosas, por ser la localidad cabecera de la comarca y desde donde se puede acceder a todas las maravillas de esta sección del Pirineo Central.

Una de las maravillas de esta zona es el Parque Nacional de Aigüestortes i Estani de Sant Maurici y, para visitar este bello paraje pirenaico, te recomendamos que busques alojamiento en una de las casas rurales en Espot, donde destaca su peculiar puente medieval y desde donde podrás ir a las numerosas estaciones de esquí que se encuentran cerca del municipo.

Para finalizar, no podemos evitar hacer una referencia a la Val d’Aran. Reservando unas vacaciones en una casa rural en la Val d’Aran vas a disfrutar como nunca de la alta montaña, de sus enormes estaciones de esquí y de la cultura y etnografía tan peculiar de este valle con identidad propia.

¡Ven a Lleida y disfruta de unas vacaciones rurales de auténtico ensueño!